El 6 de agosto 2024, el cortometraje de animación “Los Carpinchos”, se estrenó en Uruguay, abriendo la 33ª edición de DIVERCINE, Festival Internacional de Cine para niñas y niños de ese país.

Este cortometraje de diez minutos es una adaptación del libro homónimo del escritor, ilustrador y director audiovisual uruguayo Alfredo Soderguit y es una coproducción entre Palermo Estudio de Uruguay; Autour de Minuit, Francia; y la productora PÁJARO, Chile.

Bernardita Ojeda, Directora de PÁJARO, quien formó esta productora de contenidos y animación en 2008, destaca la importancia de las coproducciones en el éxito de “Los Carpinchos”: “Durante la pandemia, cuando las fronteras físicas se desdibujaron, la animación chilena pudo continuar trabajando en línea, integrándose en proyectos internacionales. Las coproducciones se han convertido en una valiosa oportunidad para expandir el talento chileno en mercados como Europa”.

El cortometraje narra la historia de un grupo de carpinchos que se ve obligado a abandonar su hábitat debido a la llegada de cazadores. En su búsqueda de refugio, se esconden en un gallinero, donde al principio son recibidos con desconfianza por las gallinas. Sin embargo, la amistad entre un pequeño carpincho y un pollito rompe las barreras, permitiendo que ambos grupos formen una comunidad. Sin diálogos y utilizando animales como protagonistas, el cortometraje permite al espectador interpretar de manera personal un fenómeno tan complejo como la migración.

Para Ojeda «Los Carpinchos» no solo destaca como una obra de gran sensibilidad sobre la migración, sino que también simboliza el éxito de las coproducciones y la expansión de la animación chilena en el escenario global. A pesar de los logros internacionales, las producciones nacionales siguen siendo menos conocidas en Chile. “Uno de los grandes desafíos de la industria de animación en Chile -sostiene- sigue siendo la visibilidad en el mercado local”. Subraya la importancia de considerar a la animación no solo como una expresión cultural, sino también como una industria con un gran potencial económico, capaz de generar empleo y atraer inversiones extranjeras. Y para consolidar esta industria, destaca la necesidad de apoyo tributario e incentivos que permitan competir en igualdad de condiciones con otros países.

La animación chilena ha ganado un lugar en la escena internacional, siendo reconocida por su personalidad gráfica y narrativa. Uno de los proyectos más emblemáticos de PÁJARO es «Petit», una serie preescolar que ha sido traducida a cinco idiomas y ha ganado reconocimiento internacional, incluyendo premios como el Quirino y dos nominaciones al Emmy. Esta serie, que cuenta con 65 capítulos, se ampliará a 72 gracias a un fondo del Consejo Nacional de Televisión (CNTV). “Es un ejemplo del éxito de la animación chilena en el extranjero”, sostiene Bernardita quien ha desarrollado una fructífera carrera como ilustradora, diseñadora y directora audiovisual. Además de “Petit”, es la creadora y directora de las series animadas: “Clarita”, “Chanchiperri” y “Hostal Morrison”.

Actualmente, PÁJARO está desarrollando «Toly Molly», otra serie preescolar con fondos del CNTV y en coproducción con España. Por otro lado, algo que tiene muy contenta a nuestra talentosa e imparable socia, es un proyecto inspirado en la vida de Gabriela Mistral que aborda la temática del bullying en su niñez. “Este es mi primer largometraje y narra la historia de Lucila, una niña inspirada en la joven Gabriela Mistral, quien sufrió bullying en la escuela y encontró consuelo en un viaje fantástico. La película, que mezcla elementos de la vida real de Mistral con la fantasía, está basada en su libro «Poema de Chile» y promete ser una obra significativa para el público infantil y juvenil. Estoy muy emocionada de participar en este proyecto al que fui invitada por María Elena Wood, Directora de Wood Producciones».

El impacto de Bernardita Ojeda en la industria de la animación no se limita a sus producciones. Como Presidenta de la Asociación Chilena de Profesionales y Productoras de Animación ANIMACHI, ha liderado un crecimiento significativo del gremio, que ahora cuenta con más de 40 empresas y 60 profesionales. ANIMACHI ha enfocado sus esfuerzos en la capacitación en nuevas tecnologías, asegurando que las futuras generaciones de animadores chilenos estén preparadas para competir a nivel global.

En cuanto a los derechos de autor, Ojeda sostiene: “ATN es un aliado esencial en la revalorización del trabajo creativo en Chile, promoviendo la autoría y el reconocimiento que merecen los creadores”. Finalmente, reconoce la importancia de ATN en la recaudación de derechos de remuneración, especialmente en un país donde estos conceptos no siempre han sido claros.

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